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Juan Carlos Ferrero se despidió del Abierto de Estados Unidos con un sabor agridulce al caer en los octavos de final ante el serbio Janko Tipsarevic con un marcador de 7-5, 6-7, 7-5 y 6-2. Pese a haber desplegado un gran tenis, el valenciano no pudo vencer a su oponente tras casi 4 horas de partido.

Desde el principio del duelo, Ferrero ya presentó algunos problemas para mantener el servicio. Por su parte, el serbio supo aprovechar las debilidades de su contrincante, buscándolo continuamente al revés para impedirle la dominación desde el fondo de la pista. Si bien parecía que la primera manga se iba a decidir en muerte súbita, el tenista balcánico sorprendió a todos y utilizó una bola de break en el duodécimo juego para apuntarse el set.

El segundo parcial continuó beneficiando a Tipsarevic, incluso luego de haber sido atendido por un médico al realizar un mal gesto en el deslizamiento. Ambos jugadores se mantuvieron firmes al servicio aunque la gran mayoría de las roturas favorecieron al serbio. Si bien se auguraba la repetición del desenlace de la primera parte, Ferrero rehízo la jugada salvando tres bolas de break y disponiendo de un 0-30, que no supo aprovechar en el siguiente set.

Cumplida ya la tercera hora del partido, el público comenzó a presentir el triste final para el jugador valenciano. Tras unos minutos de inspiración, Tipsarevic se apuntó dos juegos consecutivos en blanco y volvió a desequilibrar la balanza a su favor hasta finalmente consagrarse vencedor de la jornada con un 6-2. De este modo, el serbio logró clasificar por primera vez para los cuartos de final de un Grand Slam.